Empieza a pensar en positivo.
Elige una comida equilibrada.
Comer de manera sana es sólo cuestión de hacer elecciones sensatas. Cuando empieces a desarrollar una mejor comprensión de la nutrición y de los hábitos alimenticios gradualmente serás más consciente de lo que comes. Pero trata de no obsesionarte con la comida y lo que puedes y no puedes comer.
• Cambia tus actuales hábitos alimenticios gradualmente para que tu cuerpo tenga tiempo de ajustarse.
• Come despacio, mastica bien cada bocado y disfruta la comida.
• Come poco y a menudo, y trata de evitar las comidas abundantes porque pueden ejercer presión sobre el sistema digestivo.
La grasa alimenticia se puede convertir totalmente en grasa corporal. Por lo tanto, controlar el consumo de grasas saturadas (las que son sólidas a temperatura ambiente) es tan importante como reducir las calorías totales. Sustituye los alimentos ricos en grasa por alimentos bajos en grasa.
• Come al menos cinco raciones de fruta y verduras cada día. Ayudan a proporcionar vitaminas, minerales oligo-elementos y fibra dietética.
• Reduce, pero no elimines necesariamente, los alimentos que te encantan.
• Controla el deseo de tomar un tentempié: si debes tomar un tentempié, ¡elige uno sano!
• Asume la responsabilidad de tu nutrición diaria: incluye suplementos nutricionales para asegurar que en tu dieta haya nutrientes esenciales en abundancia.
Un correcto consumo de líquidos estimula el éxito.
Bebe al menos dos litros de agua al día para ayudar a eliminar los residuos y mantener el cuerpo adecuadamente hidratado. Lo ideal sería beber un litro al despertarte para reponer las reservas que pierdes durante la noche.
• Diluye los zumos de frutas con agua en un 50%.
• Bebe un gran vaso de agua media hora antes de cada comida para ayudar a evitar que comas demasiado.
• Evita las bebidas bajas en calorías que contengan edulcorantes artificiales.
• Reduce el té tradicional y el café a dos tazas al día.
• ¡Reduce el alcohol al mínimo!
Busca tiempo para descansar y relajarte.
Establecer un nuevo estilo de vida es un paso importante y, en algunos casos, ¡una tarea muy importante! Incorpora una 'recompensa personal' a cada día, es decir, un período de relajación, que te permita tiempo suficiente para recuperarte de las tensiones y presiones del día. Muchas personas no paran de hacer cosas hasta que caen en la cama, agotadas, y luego permanecen despiertas durante largos períodos, incapaces de desconectar. Una hora habitualmente, más o menos, 'relajándose', seguida de seis a ocho horas de sueño de calidad cada noche es esencial para el éxito en el control de peso. Ayuda a fomentar una buena salud y vitalidad permitiendo que el cuerpo tenga tiempo para reparar y renovar sus células mientras duermes.
Ahora estás preparado para elegir tus productos y ponerte en marcha.
